El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la Fundación Disa van a conceder tres becas de investigación, una de ellas para producir combustible biodiesel a partir de los residuos producidos en la industria platanera, que tratarán de producir biodiésel de segunda generación (Bio-DME, biodimetiléter) a partir de residuos de plataneras. Esta tecnología está en plena fase de investigación, aunque hay países, como Suecia, que ya han puesto varios camiones en ruta en período de pruebas con Bio-DME a partir de residuos de la industria papelera.
Se trata pues de financiar tres proyectos de I+D+i propuestos por ambas instituciones cuyo objetivo es estudiar nuevas posibilidades dentro del ámbito de las energías renovables. Se da la particularidad de que las tres becas están vinculadas a bionergía: biogás, cultivo de microalgas de alto rendimiento para producir biocombustibles y biodiésel de segunda generación Bio-DME (biodimetiléter).
Puesto que el autoabastecimiento de energía es un tema de gran importancia en las Islas Canarías, se ha tenido muy en cuenta una de sus principales industrias, la industria platanera para escoger proyectos de investigación para la generación de energía y el desarrollo de biocarburantes. Dándo así respuesta a varias situaciones de forma conjunta.
En Suecia circulan diez camiones con Bio-DME a partir de residuos de papeleras
La tecnología Bio-DME está dentro de las que utilizan procesos de gasificación para convertir la biomasa, especialmente residual, en carburante. Uno de los países más avanzados en este sentido es Suecia. Desde el otoño pasado, Volvo Trucks tiene en circulación diez camiones especialmente adaptados que funcionan con Bio-DME procedente del licor negro derivado de la fabricación de pasta de papel. El biocarburante se elabora directamente en la planta que la empresa Chemrec tiene en Piteå, en el norte de Suecia, muy cerca de la papelera de Smurfit-Kappa Kraftliner. Aseguran que es la primera de este tipo en el mundo, y tiene una capacidad de producción aproximada de cuatro toneladas de Bio-DME al día.
Ingvar Landälv, director técnico de Chemrec, explica que «el Bio-DME se produce en tres fases: tras recoger el licor negro de la pulpa del molino, lo convertimos en gas utilizando oxígeno puro, y a partir de ahí producimos un gas que puede ser sintetizado; limpiamos el gas y lo transformamos en Bio-DME; después comprobamos la calidad y transferimos el bio-DME a un gran tanque cerca del molino para su almacenamiento». Landälv añade que “hoy en día, solo usamos un 1% del licor negro que se produce en el molino; si pudiéramos utilizar nuestra tecnología para convertir todo el licor negro en Bio-DME, se podrían surtir cerca de 2.500 camiones, así que prevemos un gran potencial”. Hasta el momento, los camioneros que han testado el nuevo biocarburante aseguran no tener ningún problema, y no interfieren negativamente en el tráfico, ya que no ruedan más despacio que cualquier otro camión.
Más información:
www.energías-renovables.com
www.itccanarias.org
www.volvotrucks.com
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